Este proyecto representa un santuario de relajación, enclavado entre el mar y las montañas. La sala de este apartamento de playa se presenta en tonos claros, con sutiles toques de azul que evocan la serenidad del océano. La cocina, delicada y elegante, incorpora accesorios inspirados en la atmósfera ibicenca, añadiendo un toque de encanto mediterráneo a esta vivienda vacacional. Se ha aprovechado el poder de la iluminación puntual para crear un ambiente cálido y acogedor en todo el espacio. Los baños, por su parte, capturan la esencia del mar con una paleta de tonos azules, mientras que las habitaciones están diseñadas en tonos claros que invitan a la relajación, con detalles y accesorios inspirados en el ambiente playero, completando así un refugio idílico para el descanso y la tranquilidad.